Médico de Cabecera y Santo Sanador

Médico de Cabecera y Santo Sanador
ES DURO, PERO TU PUEDES...QUITA LA PANDEMIA

sábado, 4 de diciembre de 2021

¡Buenos días, discúlpame

 

¡Buenos días, discúlpame!

By

 David Figueroa Díaz

-

 

Hablar de lo que no se sabe tiene sus riesgos, y por eso nunca acostumbro ejercer el oficio de «toero», calificativo que se les da a las personas que hacen esfuerzos por mostrar su sabiduría y conocimientos en muchas áreas, a veces sin éxito.

Cuando alguien me pide la opinión sobre un tema, especialmente lingüístico, que es lo que manejo con relativa facilidad, trato de dar una respuesta que satisfaga la inquietud del peticionario. Si no conozco el tema, investigo e indago, para no incurrir en el feo pecado de hablar de lo que no sé.

A muchos ciudadanos, con contadas y honrosas excepciones que se distinguen muy fácilmente, les gusta opinar sobre asuntos de los que no tienen ni siquiera nociones elementales. En materia de lenguaje oral y escrito hay una considerable cantidad de los que se preocupan por el buen decir, y de manera regular se esmeran por aclarar sus dudas y apercibirse de los elementos necesarios para una buena expresión oral y una excelente escritura; pero hay otros que, lamentablemente, su intención es aparentar erudición, y en virtud de lo cual son protagonistas de discusiones estériles que denuncian su incultura y desconocimiento. Actúan solo por llevar la contraria. 

Están los que dicen que no se puede hablar de buenos días (en plural), dado que es uno solo a la vez. Cuando se les inquiere sobre el porqué, sus alegatos están basados en caprichos y en otros elementos que no ofrecen ninguna solución. De esa misma gama son los que aseguran que las disculpas no se piden, sino se dan. Ambas expresiones son parte de una polémica que considero innecesaria, pues los estudiosos de idioma español lo han aclarado suficientemente. ¡Solo basta leer!

En primer término es prudente recalcar que buenos días y buen día son correctas y significan lo mismo. Ahora, una teoría señala que la forma buenos días puede deberse a la analogía con los plurales de otras salutaciones: saludos, recuerdos, gracias, felicidades, etc. Otra estima que el origen de ese fenómeno, exclusivo del español, está relacionado con la forma de división del tiempo en la Edad Media para señalar los lapsos de los rezos: maitines, laudes o vísperas (todas en plural). 

Una tercera teoría lo atribuye a una forma expresiva que no denota cantidad, sino intensidad, por su parentesco con gracias, condolencias, saludos, felicidades, etc.

La Real Academia Española, para curarse en salud, admite que ambas formas son aplicables; pero advierte que es mejor usar la plural, «por ser más tradicional y la que prevalece». Yo acoto que es una cuestión de gusto. Si alguien da los buenos días, está en lo correcto; pero si prefiere la forma singular, también habrá usado una expresión adecuada. 

Es menester señalar que buen día quizás sea un calco de otros idiomas, en los que el saludo matutino se expresa en singular: buongiorno, good morning, bonjuor, bom día, guten morgen (italiano, inglés, francés, portugués, alemán). El mismo criterio se aplica a buenas tardes y buenas noches, aunque las expresiones buena tarde o buena noche no son comunes y suenan un tanto afectadas, melindrosas. Pero también es cuestión de gusto, y como «entre gustos y colores no han escrito los autores», ustedes podrán formarse su propio criterio.  

Algo parecido sucede con las disculpas, que también son objeto de discusiones, muchas veces acaloradas. En el común de la gente se dice que las disculpas se dan, se piden; pero no hay ningún argumento que lo convalide. Quizás los que se inclinan por dar disculpas hayan oído o leído que hace algo más de doscientos años, supuestamente, el ilustre venezolano Andrés Bello dijo que las disculpas, al igual que los besos, no se piden, se dan. 

De eso no hay nada que lo confirme, y de allí el calificativo de supuesto. Si en verdad lo dijo, es posible que lo hiciera por caballerosidad, galantería, picardía o buen humor, esto último a lo que era muy dado. Bello era muy preciso en el uso del lenguaje, de lo cual sí hay evidencias irrefutables.

Cuando alguien dice, por ejemplo, discúlpame, está pidiendo, no dando ni ofreciendo. Pide que le quiten la culpa, de acuerdo con el significado del prefijo de negación dis. 

Si yo ofendo a una persona, lo cortés y lo valiente sería que le pidiera disculpas. En todo caso, quien debería dármelas es el ofendido. Ahora, las disculpas, viéndolo bien, son un camino de doble circulación en el que hay uno que las pide y otro que las da. ¡Así de sencillo

 

sábado, 27 de noviembre de 2021

Es hora de conjugar (y 5)


Es hora de conjugar (y 5)

Por 

 David Figueroa Díaz

-

 

Concluye esta serie de cinco artículos dedicados a la conjugación de verbos, con la finalidad de satisfacer inquietudes de asiduos seguidores de este trabajo de divulgación periodística, que por cierto ya cumplió 27 años, primero en el diario Última Hora de Venezuela, y hoy día en Periodistas-es.com de España.

Estos aportes pudieran estimarse como una mini guía con la que, quienes se interesen en el tema, podrían disipar muchas dudas. Son conceptos y ejemplos tomados de una tabla Larousse, expuestos de forma sencilla.

La semana pasada les mostré, en el marco de la significación de los tiempos, el modo indicativo. Hoy concluyo con el subjuntivo y el imperativo. Agradezco los comentarios elogiosos de algunos lectores, a quienes están dedicadas  estas entregas que –según ellos-, les han sido sumamente útiles.

Como en el modo imperativo, en el subjuntivo también están las formas presente, pretérito imperfecto, pretérito perfecto, pretérito pluscuamperfecto, futuro y futuro perfecto, que a continuación se describen.

El presente es un tiempo relativo e imperfectivo que expresa indistintamente una acción presente o futura: «No creo que lo conozcas»; «Dudo que vengas antes de dos meses». Con esta forma también puede construirse oraciones simples dubitativas: «Tal vez venga mañana»; optativas: «Ojalá apruebe el examen»; exhortativas: « Marchemos francamente por la senda constitucional».

El pretérito imperfecto es también relativo e imperfectivo, usado para mostrar una acción pasada, presente o futura: «Me rogaron que cuidara las plantas».

Pretérito perfecto muestra una acción terminada en un tiempo pasado o futuro. Por lo general suele aparecer acompañado de otro verbo en presente o en futuro de indicativo: «Dudo que haya terminado»; «Me alegraré de que lo haya terminado».

Pretérito pluscuamperfecto expresa una acción realizada en una unidad de tiempo ya terminada: «Yo no sabía que hubieras terminado ya la carrera». Es una combinación de pluscuamperfecto de indicativo y del condicional compuesto.

Futuro y futuro perfecto son tiempos que sirven para mostrar una acción venidera posible. Según el enunciado de la tabla la Larousse de la conjugación, estos tiempos están desusados, y solo se conservan en el lenguaje jurídico. El primero fue sustituido (en el habla corriente) por los presentes de indicativo o de subjuntivo; en tanto que el segundo fue desplazado por los pretéritos perfectos de indicativo o de subjuntivo.

Cierra el capítulo de la conjugación el presente de modo imperativo, que es único y sirve para expresar un mandato: «Ve al mercado y compra fruta».  Tiene solo dos formas propias (la segunda del singular): «Acelera un poco el paso, por favor». La segunda proviene del plural: «Vengan todos a comer a las dos en punto». Las demás las toma del subjuntivo: «Tengan a bien presenciar el acto».

Para cada entrega, como siempre lo manifesté, en unas ocasiones fue necesario mostrar conceptos y ejemplos copiados textualmente, y en otras adaptados con palabras de este autor, con el deseo de facilitar la comprensión.

Y como es un asunto un tanto complicado, la recomendación es repasar los conceptos, en función de familiarizarse con el significado de los tiempos, el modo y con las personas gramaticales, que es a mi entender, es el escollo que debe superarse para manejarlo con relativa facilidad. Lo demás vendría por añadidura, no obstante lo cual, es necesario apercibirse de una buena tabla, como la Larousse, por ejemplo, que es muy práctica y sencilla

 

sábado, 20 de noviembre de 2021

Es hora de conjugar (4)


Es hora de conjugar (4)

 

Antes de entrar en materia acuso recibo de una inquietud del profesor José Vásquez Manzano, asiduo seguidor de este trabajo de divulgación periodística y preocupado por el buen decir, sobre la expresión «comicios electorales», que resurge en tiempos de procesos eleccionarios.

Mañana en Venezuela se escogerán gobernadores, legisladores (integrantes de los consejos legislativos estadales), alcaldes y concejales. Es frecuente que muchos redactores, profesionales y no profesionales, utilicen la referida frase, que a todas luces es una redundancia, dado que todo comicio es electoral.

De la misma naturaleza es «sufragar el voto», que también se ha convertido en un vicio, muy notorio en personas que utilizan el lenguaje oral y escrito como herramienta básica de trabajo, que no se han percatado de que sufragar y votar son sinónimos. ¡Así de sencillo!

Para hablar de la significación de los tiempos verbales es necesario recalcar que estos están enmarcados en modos que denotan la actitud del hablante con respecto a lo que dice: indicativo, subjuntivo e imperativo. En esta ocasión les mostraré la forma indicativa, y en la venidera entrega, la subjuntiva y la imperativa.

Como lo he hecho en las anteriores, seguiré mostrando ejemplos tomados de una tabla de conjugación Larousse, que muestra los conceptos elementales para entender el asunto, muchos de los cuales he copiado textualmente, y otros los he adaptado a la realidad venezolana.

Presente, como su nombre lo sugiere, es un tiempo que expresa coincidencia entre la acción y el momento en que se habla: «Juan lee la prensa». Existe además el presente habitual, «que se refiere a actos discontinuos pueden producirse o no en el momento de hablar, pero que han ocurrido antes y que lo harán después: Estudio medicina».

El presente histórico se usa para narrar hechos y hacer que el relato sea más atractivo y vigente, aunque estos estén muy separados en el tiempo: «El 29 de noviembre de 1781 nace en Caracas el más grande y célebre de los humanistas de Venezuela».

El presente con valor de futuro se emplea para mostrar seguridad de llevar a cabo una acción: «Mañana salgo temprano a votar». El presente de mandato es también una forma imperativa: «Mañana vas a la librería y compras un diccionario».

Pretérito imperfecto es un tiempo cuyo principio y fin no se toman en cuanta: «Cuando amanecía, los pájaros empezaban a cantar». También se emplea para suavizar una petición: «Quería pedirte un favor ».

Pretérito perfecto simple y pretérito perfecto compuesto son formas que difieren uno del otro en el tiempo que se toma como referencia. El primero de ellos se refiere a una unidad de tiempo ya concluida para el hablante: «Ayer vi a Juan»; en cambio, el compuesto expresa una acción terminada en un período que todavía es presente: «Este año ha llovido mucho».

Pretérito pluscuamperfecto es un tiempo que muestra la anterioridad de un hecho pasado con respecto a otro también pasado: «Cuando llegué ya habían cerrado el abasto». Por su nombre pareciera difícil; pero como habrán podido notar, es muy fácil de identificar y de entender.

Pretérito anterior es igual de fácil. Expresa una acción inmediatamente anterior a otra: «Apenas hubo sanado el disparo, cuando llegó la policía». Se debe tomar en cuenta que este tiempo siempre va acompañado de adverbios de tiempo: apenasdespués quetan prontoen cuanto quecuando, etc.

El futuro imperfecto, por supuesto, expresa una acción venidera: «Volveré mañana». El futuro perfecto muestra una acción venidera y terminada anterior a otra también futura: «Cuando vengas a verle ya habrá terminado el trabajo». Existe también el futuro de probabilidad: «Supongo que ya habrá concluido el lapso».

El condicional simple es un tiempo que expresa una acción futura en relación con el pasado: «Anunció que llegaría tarde». El condicional perfecto muestra una acción futura en relación con un pasado que se considera punto de partida: «Me dijo que cuando yo viniera ya habría terminado completamente el trabajo».

El venidero sábado, Dios mediante, concluirá esta serie de artículos dedicados a la conjugación, con los modos subjuntivo e imperativo.

La semana pasada, por motivos ajenos a mi voluntad, no pude escribir y menos aun enviar el correspondiente artículo, por lo que una vez más pido disculpas. Ratifico mi compromiso de hacer lo posible y necesario para no faltar.

sábado, 6 de noviembre de 2021

ES HORA DE CONJUGAR (3)

 Es hora de conjugar (3) 



By


 David Figueroa Díaz


-


 06/11/2021


Continúa esta serie de artículos contentivos de los elementos básicos de la conjugación, mostrados con la intención de contribuir a la disipación de muchas dudas e impropiedades.

Sobre este asunto hay mucho más de lo que hasta ahora les he expuesto; pero me he limitado a lo más sencillo. Es un tema un tanto complicado; pero si se le presta la debida atención, no habrá problemas para que los usuarios habituales del lenguaje oral y escrito lo consigan en la práctica.

Es por eso que, a manera de repaso, les mostraré varios puntos tratados en los dos artículos anteriores, y seguiré mostrando los aspectos fundamentales, con el deseo de que las dudas tiendan a desaparecer.

Antes de entrar en materia, acuso recibo de varias inquietudes sobre pedir o dar disculpas. En varias ocasiones he escrito sobre este tema, y en cada una de ellas he tratado de mostrar ejemplos claros y sencillos; pero aún quedan dudas, y en tal sentido, es necesario volver sobre él.


Otro aspecto que a veces se torna polémico, es el de buenos días y buen día. Lo más común es buenos días; pero hay quienes, basados en supuestos conocimientos lingüísticos, sostienen que debe ser buen día; pero no muestran un argumento convincente. Les anuncio que al concluir la serie sobre la conjugación, les hablaré de las disculpas y de la forma de saludar en horas antes del mediodía.

De acuerdo con mi manera de ver las cosas, quienes deseen manejar la conjugación con relativa facilidad, deberán tener claro que la voz de un verbo indica si el sujeto es el que realiza la acción o la recibe: «La mamá de Juan preparó un hervido de res (voz activa)»; «Un hervido de res fue preparado por la mamá de Juan (voz pasiva)».

El modo denota la actitud del hablante, y está dividido en indicativo: «Carlos estudia en Caracas»; subjuntivo: «Quiero que reflexiones»; y potencial: «El proceso de envasado sería más provechoso si no hubiera tantas interrupciones en la energía eléctrica».

El tiempo, como habrá de intuirse, indica el momento en que se desarrollan las acciones: presente, pasado o futuro.

El número es «la propiedad gramatical que tienen las palabras de significar singularidad o pluralidad». Cualquier ser humano con nociones elementales de gramática, estaría en capacidad de saber si el sustantivo está en singular o plural.

En cuanto a la persona gramatical, es necesario recalcar que existen tres para el singular y tres para el plural: yo, tú, él (o ella) para el singular; y nosotros, ustedes (vosotros), ellos (o ellas) para el plural. En cuanto a vosotros, vale recalcar que esa forma se usa en España, y muy poco en América. Yo prefiero hablar de ustedes que de vosotros; pero como «entre gustos y colores no han escrito los autores», que cada quien use el que mejor le parezca.

Las formas no personales del verbo son tres: infinitivo, gerundio y participio. El infinitivo es un verbo no conjugado: amar, bailar, cantar, descansar. El gerundio, sin entrar en honduras gramaticales, se verifica en palabras terminadas en «ando» y «iendo»: arrasando, besando, corriendo, despeinando, estudiando, festejando, gateando, haciendo, instando, etc. Lo más sencillo que se puede decir del participio, es que se forma añadiendo ado o ido: amado, temido, partido (participo regular). También está el irregular: abierto, dicho, escrito, etc. Sobre el gerundio y el participio hay más; pero esto es lo más manejable.

Y como les anuncié la semana pasada, de nuevo les digo que los verbos según su conjugación son: regulares, irregulares, defectivos, unipersonales y auxiliares. De estos, los más complicados son los regulares y los irregulares, por lo que es recomendable familiarizarse con su significado.

Pero, en mi opinión, el meollo de la conjugación está en los accidentes gramaticales (voz, modo y tiempo) y en el significado del último de los nombrados. Es necesario saber que en modo indicativo existen el presente, pretérito imperfecto, pretérito perfecto simple  y pretérito perfecto compuesto; pretérito pluscuamperfecto, pretérito anterior, futuro imperfecto, futuro perfecto, condicional y condicional perfecto. En modo subjuntivo están el presente, el pretérito imperfecto, el pretérito perfecto, futuro y futuro perfecto. En el modo imperativo está solo el presente.


domingo, 31 de octubre de 2021

ES HORA DE CONJUGAR (2)

 








Es hora de conjugar (2)

 

La semana pasada, por problemas de electricidad e Internet en Venezuela, no pude escribir ni publicar la segunda entrega de esta serie de artículos sobre la conjugación castellana. Por eso, una vez más pido disculpas a todos los que de manera muy gentil se han autodefinido como asidos seguidores de este trabajo de divulgación periodística, lo cual es un motivo suficiente para hacer lo posible por superar cualquier obstáculo y corresponder a la deferencia; pero a veces no es posible.

Al momento de haber elaborado el texto, y cuando me disponía a revisarlo, hubo una interrupción en el fluido eléctrico, que estropeó la intención original y me desazonó el día.

En la primera entrega les di la definición del verbo por su significación: verbo copulativo, verbo predicativo, transitivo, intransitivo, reflexivo y recíproco. Les había anunciado que le aclararía una duda a un amigo lector, sobre la frase al pendiente, que se ha puesto de moda y ha comenzado a generar inquietudes, por lo que es oportuno decir algo, aunque sea nadar contra la corriente. 

En la referida frase no hay nada que pudiera considerarse incorrecto. Lo inquietante es que ha comenzado a ser muy frecuente, y es posible que por el uso extendido que se le dé, algunas personas puedan creer que ahora se tenga que estar «al pendiente» y no «estar pendiente». Es lo mismo estar pendiente, que estar al pendiente. El uso de una u otra es una cuestión de gusto. Lo importante es no tratar de imponer una de ellas por mero capricho. Yo prefiero la primera.

Y al «aterrizar» de nuevo en el campo de la conjugación, les digo que esta es el conjunto de formas que adopta el verbo. De las modificaciones que este sufre, surgen los denominados accidentes, que no son otros que voz, modo, tiempo, número y personas.

La voz indica si el sujeto es el que realiza la acción o la recibe. En la frase yo amo, la voz es activa; en tanto que será pasiva si el caso fuese yo soy amado. Es importante tener presente que la voz pasiva se construye con el verbo ser y, a veces, con estar.

El modo denota la actitud del hablante, y está clasificado en indicativo, subjuntivo, potencial e imperativo, aunque hay otras formas llamadas no personales o infinitas, que podrían ser materia de otro artículo.

El modo indicativo enuncia el hecho de manera real y objetiva: «Cesar estudia Medicina en San Juan de Los Morros». El subjuntivo muestra un hecho como subordinado a otro que exprese deseo, temor, voluntad, suposición, etc.: «Queremos que confíen en nosotros»; «Esperamos que hayan entendido la lección». El potencial muestra un hecho no como real, sino como posible, siempre con una condición: «Si te esforzaras, ganarías más dinero». El imperativo se emplea para dar órdenes, expresar un ruego, pedir algo o dar un consejo: «Regresen temprano, por favor»; «Recen por mí»: «Haga lo que mejor le parezca»; «No hagas lo que no te gustaría que te hicieran»; «Tomen todas las previsiones»; »Presten un poquito de atención», etc.

El tiempo indica que la acción se realiza, fue realizada o se realizará (presente, pasado o futuro). Hay tiempos simples y tiempos compuestos, por lo que es de vital importancia saber identificarlos. Un tiempo verbal es simple cuando se constituye por un solo verbo, mientras que los compuestos, como su nombre lo sugiere, se forman a partir de la suma del verbo auxiliar y otro verbo en participio.

Los verbos según su conjugación, se clasifican en regulares, irregulares, defectivos, unipersonales y auxiliares. Los regulares son aquellos que no presentan alteraciones de ningún tipo en su raíz. Los irregulares, por supuesto, son los que sí tienen alteraciones. Los defectivos son los que no se conjugan en todas las personas gramaticales. Los unipersonales son los que solamente pueden usarse en infinitivo y en la tercera persona de todos los tiempos. Los verbos auxiliares son los que sirven para los tiempos compuestos y de la voz pasiva. Los más usados son haber, ser y estar.

En la venidera entrega haré un repaso de lo mostrado en la anterior, con énfasis en los accidentes gramaticales (voz, modo, tiempo, número y personas); señalaré las formas no personales del verbo, mostraré de nuevo los verbos según su conjugación, con ejemplos.  Explicaré el significado de los tiempos, que junto con la voz y modo, en mi opinión, son los aspectos que deben tenerse muy claros para evitar impropiedades, pues sobre ellos gira la conjugación

sábado, 30 de octubre de 2021

La Escuela de Atletismo *CTR* sorprendio en Carabobo en el Campeonato Pre Infantil de Atletismo








Por Nestor Tovar 

Prensa Escuela de 

Atletismo "CTR"

La Escuela de Atletismo *CTR* sorprendio en Carabobo en el Campeonato Pre Infantil A y B; al cosechar 9 Medallas, 2 Campeonatos y un Sub Campeonato.

Durante el pasado fin de semana se llevó a cabo en la Pista Atlética de la Isabelica estado Carabobo, el Campeonato Nacional de Atletismo en las Categoría Pre Infantil A y B, con la participación de 

30 Clubes de atletismo proveniente de los estados: Zulia, Lara, Yaracuy, Aragua, Portuguesa, Cojedes y Carabobo, evento que estuvo organizado por la Asociación de Atletismo del estado Carabobo y bajo los lineamientos de la Federación Venezolana de Atletismo.

La participación tinaquillera sorprendió a muchos de los presente que asistieron con serías intenciones de figurar en el podio medallero,

A través de sus atletas:

Daniela Quiñonez, quien obtuvo el Campeonato en el Combo 1 del  Pre A, al ganar los 60 m y los 800.

Carlos Carmona, también obtuvo el Campeonato del combo 1 masculino del Pre A, al lograr el 3er lugar en los 60 mts, 2do lugar en el Salto Alto y 1er lugar en los 800 mts.

Dennifer Arjona, obutvo el Sub Campeonato del Combo de Fondo Femenino del Pre B, al lograr sumar 2 medallas de segundo lugar tanto en los 60 mts como en los 600 mts.

Por su parte la atleta Raquel González logro ubicarse en el  2do lugar de los 60 mts del Combo 2 femenino del Pte A, y Dariethnys Rincón logro ubicarse en el 3er lugar de los 60 mts del Combo de Lanzamiento Femenino del Pre B.

La delegación estuvo con formada por un total de 20 atletas con edades comprendidas entre los 9 y 13 años, y dirigidas por los entrenadores Néstor Tovar y Ana Obispo.







sábado, 16 de octubre de 2021

Es hora de conjugar (1)

 


Es hora de conjugar (1)

 

En el artículo de la semana pasada, por no revisarlo con detenimiento, se me fueron dos gazapos, que afortunadamente fueron captados por el ojo avizor de mi amigo Rafael Ángel Parra, consecuente seguidor de este trabajo de divulgación periodística, a quien le agradezco la gentileza de habérmelos señalado de manera oportuna, para a la vez solicitar al editor de este medio la respectiva corrección.

Cuando quise hablar de vallavayabayahallahayaaya y allá, incurrí en un gran despropósito que echaba por tierra la intención original. Afortunadamente, se hizo la modificación, y el mal no hizo metástasis en otras áreas. ¡Gracias a Dios!

Luego de que en Periodistas-es.com habían enderezado el entuerto, procedí a reenviar el texto corregido, a mis contactos de WhatsApp, solo que no logré el cometido. Mi primo Eder Abreu me indicó que por haberle agregado palabras al enlace, este se rompió, y los que lo recibieron no pudieron abrirlo. Confieso que soy lego en esos menesteres.

En un segundo intento logré el propósito y calmé mi angustia. Fue una situación incómoda, pues alguien que se dedique a este tipo de trabajo debe ser cuidadoso para no publicar cosas que generen confusión. ¡Pido disculpas!

Superada la situación, hoy me dispongo a hablarles de un asunto de vital importancia en la escritura, como lo es la conjugación.

De entrada, les digo que para tal efecto es indispensable saber que el verbo es la parte de la oración que expresa esencia, estado, acción o pasión en el tiempo en que ocurren las cosas y la persona que ejecuta o recibe la acción. Es necesario conocer algunos conceptos, y por eso acá se los presento, con algunos ejemplos tomados del «Larousse de la Conjugación».

Por su significación, hay verbos copulativospredicativostransitivosintransitivosreflexivos y recíprocos.

Verbos copulativos

Son los que sirven de enlace entre el sujeto y el predicado nominal de una oración: «Juan es venezolano»; «Las aves son animales vertebrados».

Verbos predicativos

Como su nombre lo sugiere, estos verbos son los que encierran la idea de un predicado. Entre los predicativos están los transitivos e intransitivos.

Verbos transitivos

Se dice que un verbo es transitivo cuando la acción recae sobre una persona o cosa, expresa o tácita. Al objeto que recibe la acción se le denomina complemento directo: «Juan leyó la carta».

Para verificar si un verbo es transitivo, hay que preguntarse qué o qué cosa es el objeto de la oración. Adorar y amar son verbos transitivos, pues se podrá amar o adorar «la naturaleza, a Dios, a los hijos, etc.».

En este grupo están los transitivos nominales y los pronominales. En los primeros el complemento directo es un nombre; mientras que en los segundos, esa función corresponde a un pronombre.

Verbos intransitivos

Estos verbos no tienen complemento directo, es decir, la acción no recae sobre algo o alguien: «Yo pienso»; «Mi perro corría»; «¡Has crecido desde la última vez que te vi!»

Verbos reflexivos

Son aquellos en los que la acción recae sobre el sujeto que la realiza. En este tipo de verbo el objeto se expresa mediante un pronombre personal: me, te, se, nos os, se: «Él se lava las manos…»; «Yo me peino»; «Los chicos se escondieron detrás del paredón».

Verbos recíprocos

Son aquellos que describen una acción que es realizada y su efecto es recibido por dos o más personas, animales o cosas: «Pepe y yo nos saludamos a la entrada del poblado»; «Tú y Juan se golpearon como animales»; «Mario y Samuel se contaron algunas anécdotas».

Con estos conceptos no debería haber ninguna confusión, pues son los primeros pasos para adentrarse en la conjugación.

En la venidera entrega les hablaré de vozmodotiempoaspectodivisión de los verbos según su conjugación y significado de los tiempos, con lo que, si se presta la debida atención, las dudas podrán ser disipadas, y por ende habrá menos impropiedades.

En esa ocasión aprovecharé para satisfacer una inquietud de un amigo lector, sobre un caso que no tiene nada que ver con la conjugación; pero estimo que es necesario analizarlo y mostrarlo.

La conjugación ofrece una infinidad de situaciones viciadas, favorecidas por el hecho de que hay redactores que no se han preocupado por aprender más de lo que recibieron en la escuela, y otros que por querer adornar la prosa o la expresión oral, incurren en casos que denuncian su desconocimiento.


lunes, 11 de octubre de 2021

Impropiedades que aún persisten por similitud en el lenguaje hablado

 

Impropiedades que aún persisten por similitud en el lenguaje hablado

 

Desde que comencé a escribir sobre los vicios más comunes en la escritura, muy pocas han sido las veces que he hablado de errores, pues estoy consciente de que es un término muy duro. Prefiero referirme a impropiedades, a usos inadecuados, siempre con la intención de no producir temor en quienes utilizan la escritura como herramienta básica de trabajo.

A las personas que se dedican a escribir sobre temas gramaticales se las mira con recelo, y se las tilda de sabelotodo. Es prudente advertir que están los que les gusta hablar de lo que no saben, los que son excesivamente puristas, y los que hacen interesantes aportes. Recalco que no me gusta hablar de lo que no conozco, no soy purista, aunque a veces me ha sido necesario aplicar el purismo en ciertos y determinados casos en los que ha sido conveniente.

Determinar el número exacto de las faltas de ortografía resultaría un trabajo muy laborioso, y encasillarlas no sería bueno. Lo que sí es bueno e innegable, es que a la par de tantas impropiedades, hay un creciente interés por mejorar la escritura y la expresión oral.

Para satisfacer inquietudes  de amigos lectores y preocupados por el buen decir, el artículo de hoy contiene una pequeña lista. Es menester señalar que las faltas de ortografía han existido desde siempre, y no disminuirán mientras no haya buena lectura, no se revisen diccionarios y no se repase lo que se escriba. Sobre los casos a los que me referiré, he escrito muchas veces, y hoy vuelvo sobre ellos con nuevo enfoque, en aras de arrojar luces, que a la postre pudieran resultar provechosas.

Haber y a ver

Estas dos formas crean confusión porque suenan igual. Es necesario conocerlas para evitar el mal uso. Haber se usa como auxiliar del propio verbo «haber», y como sustantivo que significa conjunto de bienes o caudales de una persona: «No tendría que haber ningún inconveniente»; «Fulano de tal tiene en su haber una incuantificable suma de bienes».

Por su parte, a ver se utiliza para solicitar al interlocutor que deje ver o comprobar algo, para llamar su atención antes de preguntarle, para pedirle u ordenarle algo o en sustitución de ‘claro’ o ‘naturalmente’. También se utiliza delante de una oración que expresa expectación, curiosidad o interés: «A ver, ¿cuál es tu problema?»; «A ver, cuéntamelo todo»; «A ver, ese es un tema muy delicado».

Hay, ahí y ¡ay!

Hay es una forma del verbo haber empleada en la tercera persona del singular. Señala la presencia de objetos o individuos: «Hay muchos reductores de velocidad en todo el trayecto».

Ahí es un adverbio que significa en ese lugar o en esto: «Ahí está guardada la mercancía»; «Ahí no hay solución».

Ay es una interjección que expresa dolor, sorpresa, temor u otro estado de ánimo.

Valla, vaya y baya

Valla es un sustantivo que se refiere al vallado o estacada para la defensa. Es también un cartel publicitario: «La fuerte brisa derribó la valla de la casa»; «A la entrada del poblado hay una enorme valla con un saludo de bienvenida».

Vaya es una forma del verbo ir, y también es una interjección que se utiliza en oraciones exclamativas: «Vaya al pueblo y se cerciora de que todo esté en calma»; «¡Vaya, el vecino se las tenía guardadas!».

Baya es un tipo frutas carnosas con semillas rodeadas de pulpa.

Halla, haya, aya y allá

Halla es la tercera persona del singular del presente de indicativo, o la segunda persona del singular del imperativo del verbo hallar, sinónimo de encontrar: «La policía halla el cadáver de un anciano en su apartamento». Haya se utiliza como primera o tercera persona del singular del presente de subjuntivo del verbo haber.

Haya es un árbol de la familia de las fagáceas.

Aya es la persona encargada de cuidar niños o jóvenes: «Nuestra aya era la mujer más cariñosa del mundo».

Allá es un adverbio que indica la ubicación del referente: «allá están mis hermanos».

Porqué, porque, por que y por qué

Porqué es un sustantivo sinónimo de causa, razón o motivo: «Dime el porqué de tu decisión».

Porque es una conjunción que equivale a puesto quedado queya que: «El Portuguesa FC no la tiene fácil para clasificar, porque quedan pocos partidos».

Por que es la combinación de por y el pronombre relativo que, y se reconoce porque siempre se puede intercalar un artículo: «Esa es la razón por (la) que decidió no responder el teléfono».

Por que

Puede tratarse, según la Real academia, de una de las siguientes secuencias:

La preposición por + el pronombre relativo que. En este caso es más corriente usar el relativo con artículo antepuesto (el que, la que, etc.):

Este es el motivo por (el) que te llamé.
Los premios por (los) que competían no resultaban muy atractivos.
No sabemos la verdadera razón por (la) que dijo eso.

La preposición por + la conjunción subordinante que. Esta secuencia aparece en el caso de verbos, sustantivos o adjetivos que rigen un complemento introducido por la preposición por y llevan además una oración subordinada introducida por la conjunción que:

Al final optaron por que no se presentase.
Están ansiosos por que empecemos a trabajar en el proyecto.
Nos confesó su preocupación por que los niños pudieran enfermar.

David Figueroa Díaz (Araure, Venezuela, 1964) se inició en el periodismo de opinión a los 17 años de edad, y más tarde se convirtió en un estudioso del lenguaje oral y escrito. Mantuvo una publicación semanal por más de veinte años en el diario Última Hora de Acarigua-Araure, estado Portuguesa, y a partir de 2018 en El Impulso de Barquisimeto, dedicada al análisis y corrección de los errores más frecuentes en los medios de comunicación y en el habla cotidiana. Es licenciado en Comunicación Social (Cum Laude) por la Universidad Católica Cecilio Acosta (Unica) de Maracaibo; docente universitario, director de Comunicación e Información de la Alcaldía del municipio Guanarito. Es corredactor del Manual de Estilo de los Periodistas de la Dirección de Medios Públicos del Gobierno de Portuguesa; facilitador de talleres de ortografía y redacción periodística para medios impresos y digitales; miembro del Colegio Nacional de Periodistas seccional Portuguesa (CNP) y de la Asociación de Locutores y Operadores de Radio (Aloer0

¡Rubio, el «hispano» del momento!

Por: David Figueroa Díaz   16/11/2024 La comidilla del momento en muchos estratos del ámbito...