Médico de Cabecera y Santo Sanador

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ES DURO, PERO TU PUEDES...QUITA LA PANDEMIA

lunes, 29 de marzo de 2021

He aquí las preposiciones

 


 

En los días más recientes, en Venezuela ha habido dos casos que han sido noticia, y en tal sentido, han dado mucho de qué hablar. El primero de ellos fue el enfrentamiento entre la banda de un antisocial al que apodan el Coqui, que se ha enseñoreado de la Cota 905 de Caracas, y cuerpos de seguridad del Estado. Ese individuo en muchas ocasiones ha hecho retroceder a sus perseguidores. Es poseedor de un amplio prontuario, que lo califica como un delincuente de alta peligrosidad.

En el intercambio de proyectiles, uno de estos impactó en el cuerpo de una infortunada señora que se encontraba en su apartamento, en un lugar muy cercano al sitio en el que bandidos y policías protagonizaron una batalla a sangre y fuego.

Como es natural, el hecho produjo informaciones, tanto de medios nacionales, como internacionales, amén de que muchas personas por su cuenta emitieron su opinión en redes sociales. Me llamó la atención una publicación de un medio digital que, palabras más, palabras menos, señaló que la aludida dama fue impactada «desde su apartamento», lo cual es impropio, dado que fue en momentos en que se encontraba en su apartamento cuando recibió el proyectil que le quitó la vida. Eso evidencia que quien redactó el texto no maneja con facilidad el tema de las preposiciones.

El otro hecho noticioso es lo ocurrido en el municipio Páez del estado Apure, fronterizo con Colombia, en donde dos frentes de las FARC, que los medios de comunicación de manera eufemística han denominado disidentes, se han enfrentado con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, y ha habido muertos y heridos de ambos bandos, así como guerrilleros detenidos. Sobre los motivos y otros aspectos en torno de esa refriega, no ahondo en detalles, pues no soy comentarista ni activista político; pero no debo dejar de decir que aunque sean disidentes, son miembros de las FARC, organización guerrillera, criminal y ligada al narcotráfico.

En este caso también se han dicho cosas impropias desde el punto de vista lingüístico; pero por ahora solo voy a explicar por qué es impropia la frase «…desde su apartamento», en el contexto en el que se la utilizó.

Al entrar en el tema de las preposiciones, les comento que el profesor Alexis Márquez Rodríguez (+) aseguró en una oportunidad, que la mayoría de las impropiedades lingüísticas tienen su origen en el desconocimiento de las preposiciones, por lo que en este artículo les daré el concepto y el uso de algunas de estas importantes partes de la oración, con la finalidad de contribuir con la disipación de las dudas.

Por definición, la preposición «es la parte invariable de la oración, cuyo oficio es denotar el régimen o relación que entre sí tienen dos palabras o términos». Estas son: a, ante, bajo, cabe (obsoleta), con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta, mediante, para, por, pro, según, sin, so, sobre, tras.

De todas esas preposiciones, las que más confunden a los redactores, y por ende, muchos las emplean mal, son: «a», «de», «desde» y «en». Es menester señalar que la preposición «a» indica lugar, tiempo, modo, distancia, precio, dirección, etc.: «Iré a Maracaibo»; «Saldré a las seis»; «Lo haré a tu gusto»; «Las manzanas están a dos dólares cada una»; «La escuela está a cinco kilómetros de la comisaría».

La preposición «de» indica relación de propiedad, origen, modo, materia, cualidad, etc.: «Aspecto de indigente»; «Azúcar de Portuguesa»; «Hincarse de rodillas»; «Orquídea de Plata», etc.

Mucha gente cree que la mencionada preposición solo indica el material con el que están construidas algunas cosas, y por eso cuestionan la expresión «Un vaso de agua», porque los vasos no están construidos de agua, lo cual es cierto; pero ocurre que allí la preposición «de» alude a la cantidad de agua que cabe en un vaso y no al material conque está construido. En tal sentido es, si se quiere, una medida de capacidad.

De no ser así, tampoco sería válido decir: un vaso de leche, una copa de vino, un plato de espaguetis o un ventilador de techo.

La preposición «desde» indica lugar o tiempo a partir de un punto determinado, y se combina con hasta: «Estuvo lloviendo desde Valencia hasta La Victoria». Indica una acción que va de un lugar a otro, por lo que en el caso de la señora que perdió la vida en el intercambio de proyectiles en la Cota 905 de Caracas, lo correcto habría sido «…fue impactada en su apartamento»; pero muchos redactores, para evitar que alguien les pregunte en qué parte del cuerpo queda el apartamento, prefieren usar «desde» en lugar de «en», e incurren en mal uso.

Por último, la preposición «en» indica lugar, tiempo, modo: «No está en casa»; «En dos horas lo hice»; «Lloras en vano». En el caso de la fallecida de la Cota 905, se necesitaría que alguien fuese idiota para no identificar el buen uso de la mencionada preposición

martes, 23 de marzo de 2021

José Peseiro critica irregularidades en logística de entrenamientos de la vinotinto

Debido al tema de pandemia COVID-19, las jornadas de las Eliminatorias al Mundial de la FIFA Qatar 2022 que se pretendía efectuar entre el 25 y 30 de marzo fueron canceladas. Por lo tanto, la vinotinto volverá a la acción en el mes de junio.



Caracas.- El director técnico de la selección nacional de fútbol, José Peseiro, se pronunció este martes, 23 de marzo, en torno a las dificultades logísticas que ha tenido la vinotinto durante sus últimos entrenamientos y sobre lo que implica la suspensión de las eliminatorias previstas para este mes.

«En el último módulo quería cerrar los entrenamientos en el Olímpico, estaba la ilusión de jugar en la mejor cancha del país, jugar dos partiditos de 30 minutos, pero no se pudo. Es el equipo más importante del país y no pudo eso. No lo entiendo», dijo durante una rueda de prensa. Al parecer la Rectora de  la Universidad Central de Venezuela Cecilia Arocha, le negó el acceso al estadio Olímpico para que la Selección Absoluta de Fútbol culminará el módulo con miras a las eliminatorias del Mundial Qatar 2022.

Desde principios del mes marzo, el estratega de la vinotinto se encuentra junto a su cuerpo técnico en donde pudo concentrarse con 42 jugadores locales en la ciudad de Caracas. Peseiro mostró satisfacción por las ganas y empeño de cada futbolista.

Los entrenamientos fueron fuertes y queríamos evaluar a todos estos nuevos jugadores. Trabajamos mucho. Faltaron algunos jugadores del Caracas FC y Deportivo Lara que también eran importantes”, comentó el director técnico de la vinotinto.

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Peseiro reconoció la ardua labor que mantiene junto al Comité Regularizador FIFA-FVF desde el mes de octubre de 2020.

Debido al tema de pandemia COVID-19, las jornadas de las Eliminatorias al Mundial de la FIFA Qatar 2022 que se pretendía efectuar entre el 25 y 30 de marzo fueron canceladas. Por lo tanto, la vinotinto volverá a la acción en el mes de junio, tanto para las Eliminatorias del Mundial de Fútbol FIFA Catar 2022 como para la Copa América 2021. 

 

Puntos suspensivos, interrogación y exclamación

  

 

La semana pasada publiqué un artículo titulado «Un vuelo rasante sobre las mayúsculas y minúsculas». Le coloqué ese nombre para dar a entender que hay mucho más de lo que mostré; pero preferí hacer un compendio sobre los casos en los que más se incurre en impropiedad.

Dije que el origen de las dudas está en el hecho de que la normativa de la Real Academia Española de la Lengua es extensa y ambigua, amén de que las empresas editoriales suelen tener sus propias reglas que son diferentes a las de la docta institución.

El otro motivo por el que muchos redactores incurren en errores de ortografía elemental, está vinculado con el descuido y con el desconocimiento de la importancia de escribir para el público. Hay que tener presente que los medios de comunicación, lo he dicho infinidad de veces, ejercen un inmenso poder inductivo, que hace que todo lo que en ellos se escriba o se exprese de forma verbal, mal o bien, tenderá a arraigarse en el vocabulario. De no ser así, las redes sociales no estarían plagadas de disparates y otros despropósitos que desvirtúan la verdadera esencia de la comunicación social. Claro, hay contadas y honrosas excepciones que se distinguen muy fácilmente.

El uso de las letras mayúsculas y minúsculas de forma inadecuada se ha convertido en una especie de moda, al punto de que hay personas que a toda palabra le colocan inicial mayúscula. Incluso, he visto teléfonos que tienen ese tipo de escritura, y a lo mejor por eso piensen que es nueva forma de escribir correctamente. Eso, junto con los puntos suspensivos, la interrogación y la exclamación, son las situaciones en las que a diario se evidencia descuido y desconocimiento. Conozco un profesor venezolano, universitario, historiador, poseedor de un Premio Nacional de Historia, que en ortografía no da pie con bola.

Lo lamentable es que quienes incurren en faltas, como el aludido profesor, son educadores y comunicadores de gran prestigio, que por el rol que desempeñan ante la sociedad, están llamados a ser ejemplos del buen decir, sin pretensiones de eruditos. Lo digo, lo he dicho y lo sostengo: ningún ser humano que sea profesional universitario debe tener errores ortográficos, pues de lo contrario, sería interesante saber cómo hizo para obtener el título.

Aunque a algunos les parezca una nimiedad, es necesario recalcar que los puntos suspensivos se usan para expresar una pausa inesperada o un final impreciso. Son solo tres, y no cuatro ni cinco, como suelen usarlos muchos comunicadores sociales y otros usuarios habituales de las redes sociales.

El catedrático mexicano Sandro Cohen circunscribe el caso a cuatro usos básicos: Para indicar que una enumeración podría continuar: «Fue un viaje larguísimo por las ciudades más importantes de Europa, incluyendo Londres, Amsterdam, Viena, Madrid, París, Berlín, Roma…»; «No hay nada que haga mal: canta, baila, actúa…».

Cuando se deja una frase incompleta, cuando una oración es interrumpida, o cuando se cita parte del título de una obra: «Como dice el refrán: no hay mal…»; «Ni tanto que queme al santo…»; «Parafraseando a Neruda: puedo escribir los versos más tristes…»

Cuando se cita solo la primera parte de una oración que se entiende que debe ser bipartita: «Aunque me ofrecieran todo el dinero del mundo…»; «Si realmente pudiera convencerla…»; «Tan solo si pudiera salir vivo de esta batalla…»

También se emplean los puntos suspensivos para expresar ironía, sorpresa o dramatismo: «Me juró que daría todo el dinero que me hiciera falta para el viaje, y solo me dio un cheque por… un millón de bolívares»; «Bajó del escenario furiosa, tiró una silla, pateó una cubeta que alguien había dejado allí; se nos acercó y… empezó a llorar como un bebé…»; «Todo lo que escribe es perfecto: nunca falta una coma, las ideas están perfectamente desarrolladas, sus oraciones están construidas con sentido de buen gusto y armonía tan abrumador… que me da una infinita pereza leerlo».

En cuanto a los signos de interrogación y de admiración, como su nombre lo sugiere, se usan para preguntar y para enmarcar frases exclamativas, respectivamente: «¿Qué hora es?»; «¿Cuándo piensas visitarnos en Bogotá?»; «¿No sabes quién es el solista del viernes?», etc. Para las exclamaciones es el mismo caso de las interrogaciones: «¡Si lo hubieras visto…!»; «¡Imposible no reconocerlo con ese sombrero!»; «¡Ya llegó!», etc.

Existen otros casos de usos de los signos de interrogación y de exclamación; pero por razones de espacio tiempo, se los mostraré en otra ocasión. Por ahora baste con saber que siempre se usarán dos en cada caso, y que omitir el de apertura constituye un error ortográfico que debería evitarse, con el fin de cumplir el cometido.

sábado, 13 de marzo de 2021

¡Un vuelo rasante sobre las mayúsculas y minúsculas!

 

 

Como ha sido costumbre, durante los más de veinte años que me he dedicado a publicar artículos relacionados con las impropiedades en los medios de comunicación y en el habla cotidiana, en muchas ocasiones he tenido que abordar un tema una y otra vez, en virtud de contribuir con la disipación de las dudas que aún pudieran quedar, unas veces por petición de los lectores, y otras por la frecuencia de aparición de impropiedades, tanto escritas como orales, ante lo cual siento la obligación moral de decir algo.

He perdido la cuenta de las veces que he escrito sobre el gerundio mal utilizado, sobre los signos de puntuación, sobre las palabras por la índole de la entonación (agudas, graves, esdrújulas y sobresdrújulas), así como de otros casos en los que muchos redactores incurren en despropósitos. Me satisface saber que a la luz de las observaciones mostradas, muchos también han sido los redactores que han asimilado la explicación y han adquirido soltura en el manejo del asunto. Eso demuestra que el trabajo no ha sido en vano, lo cual me estimula a seguir adelante, siempre convencido de que solo soy un aficionado del buen decir.

El tema de hoy es un «vuelo rasante» sobre el uso de las letras mayúsculas y minúsculas, que son un verdadero dolor de cabeza para una incontable cantidad de personas que utilizan la escritura como herramienta básica de trabajo. Las razones por las que el referido tema no se maneja con facilidad, en mi opinión, es que la normativa de la Real Academia Española de la Lengua es extensa, amén de que muchas empresas editoriales suelen tener sus propias reglas que difieren de las de la docta institución, y he ahí el problema.

Antes de entrar en materia, acuso recibo de sendas observaciones que de manera muy gentil me hicieron llegar el profesor José Vásquez Manzano y la doctora Omary Gutiérrez, respecto de la omisión de una tilde y de una preposición, en una publicación de WhatsApp y en el artículo de la semana pasada, respectivamente. A él y a ella, mis más expresivas palabras de agradecimiento por el merecido «templón de orejas», lo cual me impone la obligación de revisar bien antes de publicar, aunque «al mejor cazador se le va la liebre».

El meollo de los desencuentros en el uso de mayúsculas y minúsculas, está en el hecho de que a la hora de redactar, muchas veces no se tiene claro qué se considera nombre propio y qué no, a lo cual se aúna la dificultad de saber si los nombres propios que contienen varias palabras, todas han de llevar mayúscula, o si solo la primera. Por esa razón, es común leer: «Segunda Guerra Mundial», «Segunda guerra mundial», «segunda guerra mundial», y así por el estilo. Lo recomendable es seguir las reglas, para no ajar ni envilecer la escritura.

Para ilustrar este escrito, he tomado algunos ejemplos de la colección «Master Biblioteca Práctica de Comunicación», que generosamente me obsequió la abogada Agustina Parra, tomo ocho, Ortografía, de la Editorial Océano, que ofrece casos sencillos y fáciles de asimilar.

Desde la educación inicial (de esa manera se le llama en Venezuela) se enseña que la primera letra de un escrito debe ser mayúscula, así como después de punto, bien sea seguido o final. Son estos, quizás, los casos más sencillos; sin embargo, con el auge de las redes sociales y el uso de los teléfonos inteligentes, muchas personas, so pretexto de rapidez e inmediatez, siempre tropiezan con la misma piedra. También se debe utilizar mayúscula después de signo de interrogación y exclamación: «¿Cómo? Hable más claro, por favor»; «¡Ay! Vaya golpe me he dado».

Después de dos puntos en el encabezamiento de una carta o en las citas textuales, la palabra que sigue debe iniciarse con mayúscula: «Querida Gloria: Ayer recibí tu carta»; «El libertador Simón Bolívar dijo: Moral y luces son nuestras primeras necesidades».

Cuando se usan tres puntos suspensivos (que no son cuatro ni cinco), se inicia con mayúscula, si lo que sigue es una oración distinta: «Había leones, tigres, mono… Más adelante, cerca de una especie de choza, nos esperaba el jefe de la tribu». Ese no es el caso cuando por ejemplo, se expresa: «Tengo que decirte… no me atrevo».

No sobra recordar que los nombres propios de personas, animales, sitios geográficos y apellidos, se escriben con inicial mayúscula: Alfredo, Antonio, Aura, Baduel, Bartolo, Balsamino, Carlos, Catalino, Casandra, Buenos Aires, Bariloche, Bruselas, Chile, Caracas, Cortés, Quintero, Quintana, Quero, Venezuela, etc.

Se debe tener presente que los días de la semana, los meses del año y los gentilicios se escriben con minúscula, a menos que con ellos se inicie un escrito: lunes, martes, miércoles; enero, febrero, marzo; acarigüeño, portugueseño, venezolano, etc.  

sábado, 6 de marzo de 2021

Captación de talentos para becas universitarias en USA

 Por Homero Duarte Corona

El Táchira es un estado futbolero por excelencia en el país. Desde el nacimiento del primer equipo profesional que lleva por nombre la entidad federal, hace 47 años, se acrecentó aún más la pasión por la disciplina, trayendo consigo que existan centenares de practicantes a lo largo de la geografía regional.

Claro que Venezuela como país deportivo, hace rato que el fútbol es para los niños y jóvenes es una disciplina que cuenta con miles de practicantes diseminados por todo el territorio nacional, a la par o superando al béisbol que en el otrora era considerado el deporte rey en la patria de Bolívar.

Captación de talentos para becas universitarias en USA

Rodolfo Greco, egresado de la Universidad Católica del Táchira y entrenador profesional de la UEFA-Federación Italiana de Fútbol (FIGC) y entrenador Nacional de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF), nacido en suelo tachirense y exjugador profesional vistiendo la camiseta del Deportivo Táchira, recibió la distinción por parte de la empresa Mado Sport Consortium, presidida por Odam Villegas Ortega, expelotero de Tiburones de la Guaira, quien tiene la misión de llevar a muchos jóvenes venezolanos a hacer realidad su sueño americano a través del béisbol y baloncesto y ahora incursionando en el fútbol de campo.

Foto/La Nación- Rodolfo Greco, a la derecha, junto a un grupo de jovencitos de los que él prepara, futuros talentos del balompié tachirense y nacional.

El hijo de Gaetano Greco, fundador del Deportivo Táchira, desde hace años dedicado a la formación de los futuros ases del mañana a través de la Escuela Juventus, un renacimiento de lo que fue en el pasado, década del sesenta y principios del 70, la institución que creó su padre, le fue encomendada esta tarea, el escoger entre decenas de jóvenes de esta tierra que reúnan las mejore condiciones para irse al gran país del norte.

Con miras a esta premisa, Greco dijo a Diario la Nación que los interesados en optar por las becas tienen una cita los días 24, 25 y 26 de marzo de 2021 en las canchas de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET), bajo todos los mecanismos de bioseguridad covid-19.

Los jóvenes que podrán participar, están comprendidos en las edades de 2001 a 2007, en las dos ramas, masculino y femenino, poseer pasaporte y título de bachiller de los años 2001 a 2004. No podrán participar quienes hayan jugado por la norma de la Federación Venezolana de Fútbol a nivel profesional.

Las inscripciones están abiertas en la página www.madosporttium.us y la cancelación de 25 dólares americanos a la cuenta zelle rodolfogaetanogreco@gmail.com o depósito a la cta de Bank América de ahorros 8980 5993 9826. Para mayor información llamar al 04143761884.

Los documentos de inscripción serán exigidos el día de la primera prueba; solo podrán ingresar al campo de la UNET, los atletas, los representantes deberán esperar en el perímetro de la avenida alrededor de la casa universitaria.

En los hechos, apuntó Greco, no hay número tope de aspirantes, pero para la escogencia de opcionados, se escogerán 23 jugadores para los nacidos entre el 2001 y 2004 e igual número para los de edades comprendidas entre el 2005 y 2007.

El primer día de trabajo será de pruebas físicas y técnicas, y en los otros dos se harán partidos de futbol.

Los entrenadores Ezequiel Osorio, Fernando Pérez, Javier Fernando Pérez, Ana Vivas, Roberto Herrera y Argenis Méndez tendrán a su cargo la supervisión de los jóvenes aspirantes, todos bajo la coordinación de Rodolfo Greco.

Los jugadores que resulten seleccionados, previo al viaje a los Estados Unidos tendrán una preparación de tres meses a cargo del propio Rodolfo Greco y un grupo de entrenadores.

El primer campamento de la Universidad Norteamericana donde van los becados, será en Atlanta o Miami. Las especificaciones y demás requisitos los darán a conocer durante los tres meses de entrenamiento en San Cristóbal

¡Cuidado con la concordancia!


Siempre he dicho que para escribir o hablar de forma medianamente aceptable no se requieren grandes conocimientos gramaticales, sino responsabilidad, sentido común y la aplicación de los conocimientos básicos que se adquieren en la escuela primaria, que se refuerzan en la secundaria y en la universidad.

Muchos de los grandes genios de la literatura no fueron precisamente grandes conocedores de la gramática; pero supieron hacer buen uso de la expresión escrita, para lo cual fue indispensable la sencillez, la claridad en sus ideas y la convicción de que escribían para ser leídos.

Lo ideal sería que los que redactan de manera regular, como periodistas, abogados y docentes, tuvieran presente que no se necesita ser catedrático de la lengua para escribir bien. Si eso se tomara en cuenta, no habría tantas impropiedades, que por el inmenso poder inductivo que ejercen los medios de comunicación, se arraigan en el vocabulario del común del hablante.

Si alguien está en capacidad de conocer las palabras por la índole de la entonación, si tiene nociones elementales en cuanto al uso de los signos de puntuación y de cómo estructurar un párrafo, podrá escribir bien, pues lo demás lo adquirirá con la práctica constante. Si no se persuade de su rol ante la sociedad, será una fuente inagotable de impropiedades que se convertirán en vicios indesarraigables, ante lo que siempre será necesario decir algo, aunque sea nadar contra la corriente. 

En lo periodístico, que es el ámbito en el que me desenvuelvo, hay casos de redactores que aun cuando recibieron su título hace muchos años, no saben distinguir entre esta y está, entre este y esté o entre felicito y felicitó o entre si , amén de otras faltas cuya corrección no requiere grandes conocimientos gramaticales, sino conciencia de la importancia de escribir bien. 

La falta de concordancia es uno de los elementos que forman parte de esa amplia gama de impropiedades, a la que siempre aludo en función de llamar la atención de aquellos que utilizan la expresión oral y escrita, para que hagan un buen uso del lenguaje que emplean.

Es por eso que hoy les haré un breve comentario de este asunto, con ejemplos tomados de notas periodísticas, con el deseo de que se disipen las dudas; pero antes de entrar en materia, agradezco (una vez más) los comentarios elogiosos que he recibido por los más recientes artículos, sobre todo los dedicados a la polémica en cuanto a presidente y presidenta. Independiente de que haya posiciones encontradas, me siento honrado y me complazco en saber que este trabajo de divulgación periodística, iniciado hace más de veinte años, no ha sido en vano.

La concordancia es la igualdad de género y número entre el adjetivo o artículo y el sustantivo, y la igualdad de número y persona entre el verbo y el sujeto.

Es común leer frases como: «Mucha gente dicen», que de buenas a primeras pudiera considerarse incorrecta, pues lo adecuado sería: «Mucha gente dice». El error pudiera estar en que gente es una palabra que alude pluralidad. Sin embargo, existe una figura retórica llamada silepsis, que establece la concordancia, más por el sentido lógico, que por las reglas. 

Se debe tener presente que delante de los sustantivos femeninos que empiezan con una vocal tónica a (tanto si está acentuada gráficamente o como si solo es un acento fonético), los artículos el y un adoptan la forma masculina cuando la preceden: «el agua», «el hacha», «un águila».

Los demás determinativos se mantienen en femenino. Por tal motivo, es incorrecto decir: «este agua fría». Se debe saber que el artículo no cambia delante de los adjetivos femeninos que comienzan con vocal tónica.

El indefinido cualquiera, cuyo plural es cualesquiera, puede ser sustantivo o adjetivo. Cuando es adjetivo, concuerda con el sustantivo: «Cualquier tarde»; «Dos tardes cualesquiera». Si es sustantivo, no debe concordar con otro sustantivo. Por lo tanto, es incorrecto decir: «En cualesquiera de las dos formas». Lo correcto es: «En cualquiera de las dos formas»

¿Por qué? Porque en el ejemplo, «cualquiera» es sustantivo, y por eso no debe concordar con formas.

Existen otros casos de impropiedades con los números ordinales y los partitivos; con los determinativos, con el apócope de primero y los con los verbos pronominales; pero serán materia para otra entrega.   

¡Rubio, el «hispano» del momento!

Por: David Figueroa Díaz   16/11/2024 La comidilla del momento en muchos estratos del ámbito...