Por: Marcos David Figueroa
Como es sabido, los medios de comunicación
social ejercen un enorme poder inductivo, lo cual implica que todo lo que en ellos
se diga o se escriba, mal o bien, tiende a arraigarse en vocabulario de los
usuarios. Es por eso que esa bondad no debe usarse de manera muy libérrima,
pues pudiera ser igualmente provechosa que dañina. A ello se aúna el prestigio
del aún gozan los medios de difusión, lo cual hace que muchas personas piensen
y digan que, si lo publican los medios,
es porque es correcto. Por descuido y en el peor de los casos, por
desconocimiento, muchas palabras y expresiones se han convertido en vicios casi
indesarraigables, pese a las campañas que han emprendido personas e
instituciones en favor de corregir las impropiedades.
En Venezuela se ha vuelto una suerte de
comodín la palabra aperturar, usada
en sustitución del verbo abrir. En las instituciones bancarias los empleados,
como si la mencionada palabra fuese una creación lingüística de la que pudieran
sentirse orgullosos, pareciera que les
molestara cuando alguien dice: “Vengo a
abrir una cuenta”. Con cierta dosis de arrogancia le advierten que “no
es abrir sino aperturar”, lo cual no
es cierto, pues con aperturar no se dice nada diferente de lo que se pueda
expresar con el verbo decir, que es el adecuado, legítimo. En este país también se ha
puesto de moda la frase crisis
humanitaria, y es de lo que hoy voy a hablarles, en aras de disipar las
dudas.
Cuando
ocurre una catástrofe natural o provocada, las consecuencias por lo general son
fatales, hasta convertirse en crisis. Los terremotos más recientes de Haití,
Chile y México, han sido devastadores y han ameritado la ayuda internacional. Los
noticieros de las grandes cadenas de televisión y de radio, así como los medios impresos, sin
reparar en la imprecisión, hablan de “catástrofes humanitarias”, lo cual no es
posible desde el punto de vista semántico. Motivado por la situación que hoy
día vive Venezuela, se habla crisis humanitaria, tanto en los medios internos,
como en los que desde el exterior reciben reportes de lo que acontece en ese
país sudamericano.
Si bien es cierto que el deterioro del
poder adquisitivo del venezolano, la escasez de alimentos, medicamentos y
dinero en efectivo han incidido en la disminución de la calidad de vida hasta
tornarse en crisis, no es cierto, desde el punto de vista del hecho en sí, que
haya crisis humanitaria. Puede que exista caos o crisis en salud, en la
alimentación, en el suministro de medicamentos, en seguridad o en cualquier
otro sector; pero añadirle el adjetivo humanitario constituye una impropiedad
que todo el que se precie de comunicador social debe evitar, en virtud de llamar
las cosas por su nombre. Si se revisa el DLE, se encontrará que crisis es: “Cambio
profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación, o en la
manera en que estos son apreciados”. Es además “situación mala o difícil”.
Por otro lado, humanitario y su
correspondiente femenino, es: “Que mira o se refiere al bien
del género humano”; “Benigno, caritativo, benéfico”; “Que tiene como finalidad
aliviar los efectos que causan la guerra u otras calamidades en las personas
que las padecen”.
Como habrán podido notar, todas las
acepciones son contrarias a crisis, por lo que no podrá hablarse de crisis
humanitaria sin que se incurra en impropiedad.
Hay quienes para justificar el uso de la
referida expresión, advierten que se trata de una frase elíptica, equivalente a
decir “crisis o situación que amerita la ayuda humanitaria. No me parece que
sea una frase elíptica, sino un vicio de
uso extendido, que debería evitarse. Ahora, que Venezuela necesite ayuda
humanitaria, eso es otra cosa; pero eso
es un asunto de índole política que no acostumbro ventilar en esta ventana de
divulgación periodística.
En Venezuela hay crisis, y eso nadie lo
puede negar; pero humanitaria no es posible desde el punto de vista del hecho
en sí. Lo malo de todo eso es que la Onu acuñó la expresión como válida; pero
aun con la gran influencia que pueda ejercer ese organismo hemisférico, hablar
de crisis humanitaria es simplemente un contrasentido, dígalo quien lo diga.
@nuestroidioma65
nuestroidioma65.blogspot.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario