Por Marcos David Figueroa
Me hice locutor en 1991, y desde esa época a esta parte he vivido los cambios que ha experimentado este importante medio de comunicación, unos positivos y otros muy lamentables. Es justo señalar que hoy es más fácil trabajar en radio, pues con el argumento de que “ahora la radio es del pueblo”, cualquiera que tenga inclinaciones por el oficio de la locución puede desempeñarlo sin mayores complicaciones. Eso es una ventaja que no tuvimos los que nos hicimos locutores hace ya más de veinte años, cuando trabajar para una estación radial era más exigente, pues se sometía a prueba la capacidad del interesado en dirigir un programa. Mis pininos los di en la siempre recordada y hoy desparecida Radio Acarigua, que para mí y para muchos, ha sido “la gran escuela de la radiodifusión en Venezuela”. No me destaqué como locutor, pues mi pasión siempre ha sido el periodismo y el lenguaje; pero nunca me he alejado. Me mantengo activo en la medida en que mis otras ocupaciones me lo permiten, aunque debo confesar que disfruto más como oyente. Eso me ha permitido mantener mi tesis sobre el antes y el ahora de la radio, y puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que se ha desvirtuado su verdadera esencia.
Recientemente, el colega locutor y periodista Pedro José Espino me dio su impresión acerca de algunas palabras que se han vuelto comunes en la radio, también en la televisión, siempre mal utilizadas, que vale la pena comentar en virtud de aclarar las dudas. Pedro acaba de cumplir treinta años en la noble profesión de la locución, y me consta que es un apasionado por el buen decir, siempre apegado al precepto moral de educar, entretener e informar, que son los elementos en los que ha de basarse la radio y los demás medios de comunicación. Por una amable sugerencia de él, hoy voy referirme a pauta y pausa.
En el caso de la radio, se ha vuelto una mala costumbre, que muchos locutores que dirigen espacios musicales, al momento de anunciar un tema, digan que van a una “pausa musical”, lo cual es un contrasentido, dado que eso implicaría que la radio se paralizara, que apagara sus equipos y dejara de funcionar. Es indudable que no tienen claro lo que es una pauta, y menos aun, pausa. Por definición, la referida palaba es “norma o modelo que sirve de guía para hacer algo”. Aunque hoy día ya casi no se trabaja con pauta, la buena radio exige que se escoja la cantidad de canciones que sonarán en el programa. Eso es una pauta y no una pausa, toda vez que la música forma parte del mismo. Los presentadores de televisión también incurren en la misma impropiedad, dado que siempre se les oye decir: “Vamos a una pausa comercial y ya regresamos”.
Hay una anécdota que solía contar el programador y productor musical Humberto Lara, cuyo protagonista fue José Luis Seijas Nuñez, hombre de radio y conocido por su prestigio como profesional en lo que a radio se refiere. En una ocasión, como jefe de programación de Radiocadena Mundial, Seijas Nuñez le elaboró la pauta musical del fin de semana al operador de guardia en YVK Mundial, que era la emisora matriz del mencionado circuito, y se marchó a su casa. Al sintonizar la radio, el afamado personaje oyó un tema de Javier Solís, que no estaba en la pauta. Inmediatamente, llamó a la radio y preguntó el porqué.
El operador le indicó que lo había solicitado Fernando Istúriz, propietario de la radio. Sin más palabras, el programador colgó la bocina. El día lunes, antes de incorporarse a sus labores, José Luis Seijas Nuñez visitó una casa disquera y solicitó toda la colección de temas de Javier Solís, y se presentó al despacho de su jefe. Istúriz al ver semejante paquete, le preguntó extrañado: “¿Y eso es para quién?”. Seijas Nuñez le respondió, palabras más palabras menos: “Esto es para ti, para que oigas todas las canciones de Javier Solís en la comodidad de tu casa; pero mientras yo sea programador de este circuito, aquí se colocan las canciones que yo escoja”. No sé si eso fue un invento de Humberto Lara; pero es una situación que ilustra sobre lo que es una pauta y de lo que es el respeto por la jerarquía en el oficio.
dfigueroa64@gmail.com
@nuestroidioma65
nuestroidioma65.blogspot.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario