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jueves, 12 de septiembre de 2019

Los cuatrocientos años de mi ciudad


La entrega de hoy, originalmente fue un comentario que publiqué en la red social Facebook, y que recibió, y sigue recibiendo, comentarios positivos, a propósito de la celebración, en 2020, del cuatricentenario de la ciudad de Acarigua, en el estado Portuguesa, Venezuela, y que ha comenzado a generar opiniones.
Acarigua, Venezuela, googlemaps
Acarigua limites
Acarigua: límites de la ciudad y ubicación en Venezuela
En él expresé mi opinión, motivado por la poca información oficial que se ha publicado al respecto, y por las impropiedades lingüísticas en las que han incurrido algunas personas que han tenido a bien referirse al tema, especialmente periodistas, en su afán de opinar, lo cual no es cuestionable; pero es lamentable que incurran en errores, impropios de alguien que por su formación y función social está obligado moralmente a hacer un buen uso del lenguaje que emplea. También porque el aludido texto, aunque su contenido está circunscrito a una zona específica, los ejemplos son aplicables en cualquier lugar del mundo.
Es por eso que, sin quitarle ni ponerle, en los siguientes párrafos podrán leer mi parecer sobre lo que deseamos los nacidos en la mencionada ciudad, fundada el 29 de septiembre de 1620, por Francisco de la Hoz Berrío, identificada con el  lema de Capital Agrícola de Venezuela.
En 2020, Acarigua (mi ciudad natal) cumplirá 400 años, y junto con Guanare, será la otra ciudad de Portuguesa en llegar a esa edad emblemática. Imagino que el alcalde está consciente de la importancia de la fecha, y en tal sentido, también creo que debe estar ideando una celebración acorde con la importancia y trascendencia que tendrá. Digo que imagino y creo, porque hasta la fecha, salvo algunas menciones en las redes sociales, oficialmente la información al respecto ha sido muy poca.
Un acontecimiento de esa magnitud no puede pasar inadvertido, y los que nacimos en ese terruño y otros que lo adoptaron como su segunda “patria chica”, esperamos que el cuatricentenario de nuestra Acarigua sea una celebración que se distinga por su calidad, en la que todos podamos disfrutar, compartir y exhibir con sano orgullo el gentilicio acarigüeño.
Como todo evento de gran importancia, el cumpleaños número cuatrocientos de Acarigua dará mucho para hablar y para escribir, y por eso aprovecho la ocasión para hacer unas observaciones desde el punto de vista gramatical y lingüístico, que sirvan de guía para la redacción y reseña.
En primer lugar les aclaro que la fecha no será el cuatrocientos aniversarios, pues la forma correcta es el cuadringentésimo aniversario, o simplemente cuatrocientos años. ¿Eso por qué? Porque la palabra aniversario, de acuerdo con la reglas, debe ir acompañada del ordinal correspondiente, por ejemplo: trigésimo aniversario, quincuagésimo aniversario, cuadringentésimo aniversario, etc. En cifras se escribe: 400° aniversario, y se lee cuadringentésimo aniversario (en singular). Pero si alguien no conoce el ordinal correspondiente, no diga ni escriba 400 aniversario. Parece una nimiedad; pero no lo es. Es simplemente llamar las cosas por su nombre.
En cuanto a la vieja costumbre de llamar a Acarigua y Araure “ciudades gemelas”, es menester tener presente que no lo son, y para persuadirse de eso, solo basta con conocer el significado de gemelo. Son ciudades hermanas, expresión apropiada, que muy pocos redactores usan. Si cada periodista, cada locutor y otro profesional de los medios de comunicación se convenciera de la importancia de hablar y de escribir correctamente, no habría tantos despropósitos.
Muchos estados, ciudades, pueblos y caseríos, por lo general tienen un epónimo, es decir, alguien que da su nombre. Por ejemplo, Lara lo debe a Juan Jacinto Lara, Falcón a Juan Crisóstomo Falcón, Miranda a Sebastián Francisco de Miranda, y así muchos, tanto en Venezuela como en otros lugares del mundo. Acarigua es capital del municipio Páez, que como se sabe, su epónimo es José Antonio Páez. No necesariamente un epónimo debe ser un héroe; pero en el caso de nuestra amada ciudad, el epónimo es un héroe, a quien por cierto han pretendido arrebatarle su decidida y decisiva participación en la Gesta Emancipadora.
En resumen, el epónimo es el que da el nombre. Páez no es el epónimo del estado Portuguesa, como entidad, sino del municipio que lleva su nombre. 
A todas esas, espero que estas observaciones les hayan servido para disipar las dudas y para el debate ameno, cordial, sano y desprovisto de cualquier elemento que desvirtúe la intención original de este texto

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