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sábado, 30 de octubre de 2021

La Escuela de Atletismo *CTR* sorprendio en Carabobo en el Campeonato Pre Infantil de Atletismo








Por Nestor Tovar 

Prensa Escuela de 

Atletismo "CTR"

La Escuela de Atletismo *CTR* sorprendio en Carabobo en el Campeonato Pre Infantil A y B; al cosechar 9 Medallas, 2 Campeonatos y un Sub Campeonato.

Durante el pasado fin de semana se llevó a cabo en la Pista Atlética de la Isabelica estado Carabobo, el Campeonato Nacional de Atletismo en las Categoría Pre Infantil A y B, con la participación de 

30 Clubes de atletismo proveniente de los estados: Zulia, Lara, Yaracuy, Aragua, Portuguesa, Cojedes y Carabobo, evento que estuvo organizado por la Asociación de Atletismo del estado Carabobo y bajo los lineamientos de la Federación Venezolana de Atletismo.

La participación tinaquillera sorprendió a muchos de los presente que asistieron con serías intenciones de figurar en el podio medallero,

A través de sus atletas:

Daniela Quiñonez, quien obtuvo el Campeonato en el Combo 1 del  Pre A, al ganar los 60 m y los 800.

Carlos Carmona, también obtuvo el Campeonato del combo 1 masculino del Pre A, al lograr el 3er lugar en los 60 mts, 2do lugar en el Salto Alto y 1er lugar en los 800 mts.

Dennifer Arjona, obutvo el Sub Campeonato del Combo de Fondo Femenino del Pre B, al lograr sumar 2 medallas de segundo lugar tanto en los 60 mts como en los 600 mts.

Por su parte la atleta Raquel González logro ubicarse en el  2do lugar de los 60 mts del Combo 2 femenino del Pte A, y Dariethnys Rincón logro ubicarse en el 3er lugar de los 60 mts del Combo de Lanzamiento Femenino del Pre B.

La delegación estuvo con formada por un total de 20 atletas con edades comprendidas entre los 9 y 13 años, y dirigidas por los entrenadores Néstor Tovar y Ana Obispo.







sábado, 16 de octubre de 2021

Es hora de conjugar (1)

 


Es hora de conjugar (1)

 

En el artículo de la semana pasada, por no revisarlo con detenimiento, se me fueron dos gazapos, que afortunadamente fueron captados por el ojo avizor de mi amigo Rafael Ángel Parra, consecuente seguidor de este trabajo de divulgación periodística, a quien le agradezco la gentileza de habérmelos señalado de manera oportuna, para a la vez solicitar al editor de este medio la respectiva corrección.

Cuando quise hablar de vallavayabayahallahayaaya y allá, incurrí en un gran despropósito que echaba por tierra la intención original. Afortunadamente, se hizo la modificación, y el mal no hizo metástasis en otras áreas. ¡Gracias a Dios!

Luego de que en Periodistas-es.com habían enderezado el entuerto, procedí a reenviar el texto corregido, a mis contactos de WhatsApp, solo que no logré el cometido. Mi primo Eder Abreu me indicó que por haberle agregado palabras al enlace, este se rompió, y los que lo recibieron no pudieron abrirlo. Confieso que soy lego en esos menesteres.

En un segundo intento logré el propósito y calmé mi angustia. Fue una situación incómoda, pues alguien que se dedique a este tipo de trabajo debe ser cuidadoso para no publicar cosas que generen confusión. ¡Pido disculpas!

Superada la situación, hoy me dispongo a hablarles de un asunto de vital importancia en la escritura, como lo es la conjugación.

De entrada, les digo que para tal efecto es indispensable saber que el verbo es la parte de la oración que expresa esencia, estado, acción o pasión en el tiempo en que ocurren las cosas y la persona que ejecuta o recibe la acción. Es necesario conocer algunos conceptos, y por eso acá se los presento, con algunos ejemplos tomados del «Larousse de la Conjugación».

Por su significación, hay verbos copulativospredicativostransitivosintransitivosreflexivos y recíprocos.

Verbos copulativos

Son los que sirven de enlace entre el sujeto y el predicado nominal de una oración: «Juan es venezolano»; «Las aves son animales vertebrados».

Verbos predicativos

Como su nombre lo sugiere, estos verbos son los que encierran la idea de un predicado. Entre los predicativos están los transitivos e intransitivos.

Verbos transitivos

Se dice que un verbo es transitivo cuando la acción recae sobre una persona o cosa, expresa o tácita. Al objeto que recibe la acción se le denomina complemento directo: «Juan leyó la carta».

Para verificar si un verbo es transitivo, hay que preguntarse qué o qué cosa es el objeto de la oración. Adorar y amar son verbos transitivos, pues se podrá amar o adorar «la naturaleza, a Dios, a los hijos, etc.».

En este grupo están los transitivos nominales y los pronominales. En los primeros el complemento directo es un nombre; mientras que en los segundos, esa función corresponde a un pronombre.

Verbos intransitivos

Estos verbos no tienen complemento directo, es decir, la acción no recae sobre algo o alguien: «Yo pienso»; «Mi perro corría»; «¡Has crecido desde la última vez que te vi!»

Verbos reflexivos

Son aquellos en los que la acción recae sobre el sujeto que la realiza. En este tipo de verbo el objeto se expresa mediante un pronombre personal: me, te, se, nos os, se: «Él se lava las manos…»; «Yo me peino»; «Los chicos se escondieron detrás del paredón».

Verbos recíprocos

Son aquellos que describen una acción que es realizada y su efecto es recibido por dos o más personas, animales o cosas: «Pepe y yo nos saludamos a la entrada del poblado»; «Tú y Juan se golpearon como animales»; «Mario y Samuel se contaron algunas anécdotas».

Con estos conceptos no debería haber ninguna confusión, pues son los primeros pasos para adentrarse en la conjugación.

En la venidera entrega les hablaré de vozmodotiempoaspectodivisión de los verbos según su conjugación y significado de los tiempos, con lo que, si se presta la debida atención, las dudas podrán ser disipadas, y por ende habrá menos impropiedades.

En esa ocasión aprovecharé para satisfacer una inquietud de un amigo lector, sobre un caso que no tiene nada que ver con la conjugación; pero estimo que es necesario analizarlo y mostrarlo.

La conjugación ofrece una infinidad de situaciones viciadas, favorecidas por el hecho de que hay redactores que no se han preocupado por aprender más de lo que recibieron en la escuela, y otros que por querer adornar la prosa o la expresión oral, incurren en casos que denuncian su desconocimiento.


lunes, 11 de octubre de 2021

Impropiedades que aún persisten por similitud en el lenguaje hablado

 

Impropiedades que aún persisten por similitud en el lenguaje hablado

 

Desde que comencé a escribir sobre los vicios más comunes en la escritura, muy pocas han sido las veces que he hablado de errores, pues estoy consciente de que es un término muy duro. Prefiero referirme a impropiedades, a usos inadecuados, siempre con la intención de no producir temor en quienes utilizan la escritura como herramienta básica de trabajo.

A las personas que se dedican a escribir sobre temas gramaticales se las mira con recelo, y se las tilda de sabelotodo. Es prudente advertir que están los que les gusta hablar de lo que no saben, los que son excesivamente puristas, y los que hacen interesantes aportes. Recalco que no me gusta hablar de lo que no conozco, no soy purista, aunque a veces me ha sido necesario aplicar el purismo en ciertos y determinados casos en los que ha sido conveniente.

Determinar el número exacto de las faltas de ortografía resultaría un trabajo muy laborioso, y encasillarlas no sería bueno. Lo que sí es bueno e innegable, es que a la par de tantas impropiedades, hay un creciente interés por mejorar la escritura y la expresión oral.

Para satisfacer inquietudes  de amigos lectores y preocupados por el buen decir, el artículo de hoy contiene una pequeña lista. Es menester señalar que las faltas de ortografía han existido desde siempre, y no disminuirán mientras no haya buena lectura, no se revisen diccionarios y no se repase lo que se escriba. Sobre los casos a los que me referiré, he escrito muchas veces, y hoy vuelvo sobre ellos con nuevo enfoque, en aras de arrojar luces, que a la postre pudieran resultar provechosas.

Haber y a ver

Estas dos formas crean confusión porque suenan igual. Es necesario conocerlas para evitar el mal uso. Haber se usa como auxiliar del propio verbo «haber», y como sustantivo que significa conjunto de bienes o caudales de una persona: «No tendría que haber ningún inconveniente»; «Fulano de tal tiene en su haber una incuantificable suma de bienes».

Por su parte, a ver se utiliza para solicitar al interlocutor que deje ver o comprobar algo, para llamar su atención antes de preguntarle, para pedirle u ordenarle algo o en sustitución de ‘claro’ o ‘naturalmente’. También se utiliza delante de una oración que expresa expectación, curiosidad o interés: «A ver, ¿cuál es tu problema?»; «A ver, cuéntamelo todo»; «A ver, ese es un tema muy delicado».

Hay, ahí y ¡ay!

Hay es una forma del verbo haber empleada en la tercera persona del singular. Señala la presencia de objetos o individuos: «Hay muchos reductores de velocidad en todo el trayecto».

Ahí es un adverbio que significa en ese lugar o en esto: «Ahí está guardada la mercancía»; «Ahí no hay solución».

Ay es una interjección que expresa dolor, sorpresa, temor u otro estado de ánimo.

Valla, vaya y baya

Valla es un sustantivo que se refiere al vallado o estacada para la defensa. Es también un cartel publicitario: «La fuerte brisa derribó la valla de la casa»; «A la entrada del poblado hay una enorme valla con un saludo de bienvenida».

Vaya es una forma del verbo ir, y también es una interjección que se utiliza en oraciones exclamativas: «Vaya al pueblo y se cerciora de que todo esté en calma»; «¡Vaya, el vecino se las tenía guardadas!».

Baya es un tipo frutas carnosas con semillas rodeadas de pulpa.

Halla, haya, aya y allá

Halla es la tercera persona del singular del presente de indicativo, o la segunda persona del singular del imperativo del verbo hallar, sinónimo de encontrar: «La policía halla el cadáver de un anciano en su apartamento». Haya se utiliza como primera o tercera persona del singular del presente de subjuntivo del verbo haber.

Haya es un árbol de la familia de las fagáceas.

Aya es la persona encargada de cuidar niños o jóvenes: «Nuestra aya era la mujer más cariñosa del mundo».

Allá es un adverbio que indica la ubicación del referente: «allá están mis hermanos».

Porqué, porque, por que y por qué

Porqué es un sustantivo sinónimo de causa, razón o motivo: «Dime el porqué de tu decisión».

Porque es una conjunción que equivale a puesto quedado queya que: «El Portuguesa FC no la tiene fácil para clasificar, porque quedan pocos partidos».

Por que es la combinación de por y el pronombre relativo que, y se reconoce porque siempre se puede intercalar un artículo: «Esa es la razón por (la) que decidió no responder el teléfono».

Por que

Puede tratarse, según la Real academia, de una de las siguientes secuencias:

La preposición por + el pronombre relativo que. En este caso es más corriente usar el relativo con artículo antepuesto (el que, la que, etc.):

Este es el motivo por (el) que te llamé.
Los premios por (los) que competían no resultaban muy atractivos.
No sabemos la verdadera razón por (la) que dijo eso.

La preposición por + la conjunción subordinante que. Esta secuencia aparece en el caso de verbos, sustantivos o adjetivos que rigen un complemento introducido por la preposición por y llevan además una oración subordinada introducida por la conjunción que:

Al final optaron por que no se presentase.
Están ansiosos por que empecemos a trabajar en el proyecto.
Nos confesó su preocupación por que los niños pudieran enfermar.

David Figueroa Díaz (Araure, Venezuela, 1964) se inició en el periodismo de opinión a los 17 años de edad, y más tarde se convirtió en un estudioso del lenguaje oral y escrito. Mantuvo una publicación semanal por más de veinte años en el diario Última Hora de Acarigua-Araure, estado Portuguesa, y a partir de 2018 en El Impulso de Barquisimeto, dedicada al análisis y corrección de los errores más frecuentes en los medios de comunicación y en el habla cotidiana. Es licenciado en Comunicación Social (Cum Laude) por la Universidad Católica Cecilio Acosta (Unica) de Maracaibo; docente universitario, director de Comunicación e Información de la Alcaldía del municipio Guanarito. Es corredactor del Manual de Estilo de los Periodistas de la Dirección de Medios Públicos del Gobierno de Portuguesa; facilitador de talleres de ortografía y redacción periodística para medios impresos y digitales; miembro del Colegio Nacional de Periodistas seccional Portuguesa (CNP) y de la Asociación de Locutores y Operadores de Radio (Aloer0

domingo, 30 de mayo de 2021

Egan Bernal Campeón del Giro de Italia 2021




Por: Prensa Mirelera Sport
Egan Bernal del equipo Ineos-Granadiers, se tituló campeón de la 104 edición del Giro de Italia 2021, cuando hoy se cumplió la etapa N° 21 del Giro de Italia 2021, etapa contrarreloj que fue ganada por Fillipo Ganna, compañero de equipo de Bernal. 

Los campeones de esta edición fueron la Maglia Rosa (Líder) Egan Bernal. Maglia Rosa (Joven) Egan Bernal. Maglia Azurra (Montaña) Geoffrey Bouchard y Maglia Ciclamino (puntos) Peter Sagan.

Bernal, llegó a la meta al completar sus 29,4 kilómetros al grito de la gente y especialmente de los colombianos que se encontraban en Milan. Viva Zipaquirá, viva Colombia, viva Latinoamérica.

La segunda posición de la clasificación general la obtuvo el italiano Damiano Caruso a 1 minuto 29 segundos y tercer puesto fue para el británico Simón Yates a 4 minutos, 15 segundos, el cuarto para Aleksandr Vlasov a 6 minutos y 40 segundos y el quinto lugar para el colombiano Daniel Felipe Martínez, quien saltó del puesto N° 7 al puesto 5to, destronando a Romand Bardet.

Egan manifestó a la prensa internacional, que para él fue un día muy especial al ver cuando estaba llegando a la meta y veía todo el trayecto lleno de banderas colombianas y aparte de eso saber que ya era campeón del Giro de Italia 2021. El triunfo además de ser para el equipo Ineos, es para mi pueblo de Zipaquirá y mi país Colombia.

sábado, 10 de abril de 2021

La RAE y «autosecuestro»

 

 

Es encomiable que muchas personas, sobre todo aquellas cuya ocupación habitual es la escritura, se preocupen por mejorar el lenguaje que emplean; pero cuando ese propósito tiene su origen en cuestiones incorrectas o en caprichos personales, es bastante lamentable.

Casi a diario aparecen en las redes sociales opiniones de personas que sin el debido conocimiento, se atreven a dar recomendaciones, que generalmente carecen de un fundamento sólido. 

El caso de presidente o presidenta para nombrar a una dama que presida un organismo, institución o cuerpo colegiado, etc., es quizás uno de los más sobresalientes dentro de la amplia gama. Sobre este asunto he escrito infinidad de veces, y siempre mi criterio ha estado basado en que el cargo debe concordar con el sexo de la persona que lo ocupa, lo cual implica que, si ejerce un juzgado, deberá ser jueza; si es integrante de un concejo municipal, será concejala, si es la figura principal en un ministerio, deberá llamársele ministra; y si está al frente de una presidencia, indudablemente será presidenta, por esa y por otras razones que por ahora no es necesario mencionarlas.

Madrid Real Academia Española
Madrid, sede de la Real Academia Española

También ocurre que algunos piensan que las palabras son creación de un organismo que periódicamente convoca a sus miembros para producirlas, y es allí de donde proviene la supuesta autoridad de la Real Academia Española (RAE). La docta institución, cuya autoridad moral no está en discusión, no es un tribunal que está facultado para aceptar o rechazar palabras, pues su función es meramente de registro. Ante eso, es prudente acotar que las palabras nacen y se desarrollan por las necesidades expresivas del pueblo hablante. Luego de que el uso de los vocablos se extiende y traspone fronteras, físicas o imaginarias, se consagran en el diccionario de la referida institución, lo cual es muy diferente a decir que fueron aceptados.

Quizás existan términos que nunca hagan su entrada triunfal en el registro lexical de la RAE; pero eso no es impedimento para que puedan usarse, dado que no hay ninguna persona ni institución que esté facultada para impedir su uso.

Hace algo más de diez años sostuve una discusión, que a la larga se tornó ácida, con un abogado, sobre la palabra autosecuestro, muy usada en la redacción de sucesos del periodismo venezolano, para referir el caso de personas que, en complicidad con otras, fingen estar secuestradas, para luego extorsionar a la familia. El aludido jurista, que además es o fue profesor de Derecho, me recalcó que hablar de autosecuestro es un exabrupto, una aberración y una muestra de desconocimiento, impropia de alguien como yo, que  me dedico a hablar de asuntos lingüísticos. Convencido de sus «grandes» conocimientos del ordenamiento jurídico, me señaló que lo correcto es «simulación de un hecho punible», ante lo cual le di mi argumento, desde el punto de vista lingüístico, que por supuesto no aceptó.

Es cierto que lo mencionado en el párrafo anterior es sin dudas la simulación de un hecho condenable; pero a ningún periodista, por muy ingenuo que sea, se la va a ocurrir titular una nota informativa en la que se diga, por ejemplo: «Fulano de tal cometió un hecho punible para extorsionar a la familia», pues sería algo incompleto, confuso e indeterminado, dado que, no solo fingir que se está secuestrado, es un hecho punible.

No sé si en otro país de habla hispana suceda algo parecido; pero en Venezuela la mayoría de los redactores de sucesos, ante la necesidad de emplear un término que describa de manera sencilla el hecho, apelan a autosecuestro, pues aunque no aparezca en el diccionario de la Real Academia Española, es el que mejor lo describe. No es un exabrupto, ni una aberración, ni una falta de conocimiento, como quiso hacer creer el aludido jurisconsulto, sino un término surgido de la necesidad expresiva de los periodistas, en aras de informar con claridad, aunque desde el punto de vista jurídico tenga otras implicaciones, que en lo informativo no son vinculantes.

Es probable que la palabra autosecuestro nunca sea registrada por la RAE; pero por las razones expresadas en los párrafos anteriores, podrá ser utilizada, sin incurrir en impropiedad, para lo cual, si es necesario, podrá resaltarse entre comillas o con cursivas, como indicativo de que aún no ha recibido el sacramento de la consagración.

No tengo ningún temor en recomendar su uso, pues estoy seguro de que en mucho tiempo no habrá otro vocablo que describa fielmente el hecho de fingir ser víctima de un secuestro con fines extorsivos. ¡Así de sencillo!

sábado, 3 de abril de 2021

Los dos usos fundamentales de las comillas

 


 

A mi modo de entender, el signo más complicado es, sin dudas, la coma, pese a que existen reglas básicas para su uso. Este signo es el que le da sentido a la escritura, pues facilita la comprensión.

Algunos autores lo califican como el que más se usa de forma arbitraria, y de allí que muchos redactores, de entre los que me cuento, lo comparen con la posición adelantada en el fútbol, dado que en muchas ocasiones se coloca la coma en donde no debe ir, y se omite donde sí es necesaria. Lo mismo sucede con la posición adelantada: muchas veces se la señala cuando no la hay, y pasa inadvertida cuando sí es necesario que el árbitro principal la sancione.

El resto de los signos de puntuación son fáciles de manejar, para lo cual es necesario poner en práctica las reglas de uso y el sentido común, que es fundamental para lograr el objetivo de entretener, educar e informar.

En la actualidad existe una tendencia a usar los signos de interrogación y exclamación como si estos fuesen simples adornos, y por eso, es común leer escritos en los que aparecen multiplicados, al comienzo de los párrafos y al final de los mismos. También ocurre que muchos redactores escriben frases para preguntar o para exclamar; pero no utilizan los respectivos signos, y solo por adivinación, el lector podrá saber cuál es la intención. 

Sobre los signos de puntuación he escrito en infinidades de veces; por lo que, luego de estos párrafos introductorios, hoy solo voy a referirme a las comillas, en virtud de que, aun cuando su uso no ofrece mayores complicaciones, se ha ido formando una especie de anarquía, que conviene señalar, en función de usarlas adecuadamente.

Existen tratados y manuales en los que se enumeran los dos usos fundamentales de las comillas: para señalar que una cita es textual directa, y para darle sentido irónico a una frase o palabra.

El primer uso es importante tenerlo presente cuando sea necesario plasmar pensamientos ajenos, pues la omisión podría acarrear problemas judiciales por plagio.

En cuanto al segundo uso, no será difícil advertir la intención de alguien cuando escriba, por ejemplo: El «doctor» llegó temprano a casa.

No sé cuál es el criterio de la Real Academia Española ni el de la Fundéu (Fundación del Español Urgente); pero estimo que lo demás es cuestión de tipografía, de uso y de gustos que responden a intereses muy particulares.

Pudiera admitirse un tercer uso, como el de resaltar palabras o frases; pero puede confundirse con el sentido irónico que algunos redactores suelen darle a algunos sustantivos y adjetivos, además de que quedaría desvirtuado con las letras cursivas y las negritas, que hoy día son las formas modernas más usadas para tal fin.

En cuanto a comillas inglesas y comillas latinas, insisto en que es un asunto de estilo, pues mi computador marca comillas inglesas (» «), y cuando mis artículos son publicados en Periodistas-es.com, mis entrecomillados aparecen en latinas (« »). No estoy seguro de cuál podría ser el motivo de la preferencia en ese tipo de comillas; pero intuyo que pudiera tratarse de destacar la afinidad con el origen de la lengua española.

Pero sea cual sea la razón, sostengo que es una  cuestión de gusto, pues de no ser así, los teclados marcarían las comillas latinas en lugar de las inglesas, o en el mejor de los casos: las dos opciones.

Ahora bien, hay entrecomillados dentro de entrecomillados, y es aquí donde la cosa podría complicarse si no se presta la debida atención. Algunos manuales dan como uso imperativo las comillas latinas, y si por la naturaleza del escrito es necesario usar un entrecomillado dentro de otro entrecomillado, apelan al uso de las inglesas como segunda opción. Eso indica que las comillas latinas son las que deben usarse a todo trance.

Opino que eso constituye un exceso de signos que ajan y envilecen la escritura. Cuando ese sea el caso, podría usarse comillas (latinas o inglesas, según la preferencia de quien escriba) para la cita textual principal, que de requerir otro entrecomillado, se enmarque en comillas simples (‘ ’). Esto no es invento mío, sino que lo he leído en algunos textos de ortografía, en los que el asunto aparece simplificado.

Por lo general, en mi opinión, los entrecomillados dentro de otros son innecesarios, cuanto más impertinentes, y en función de facilitar la comprensión del texto, deberían evitarse.   Con saber usar las comillas para las citas textuales y para ironizar frases y palabras, bastaría.

Advierto que uso comillas inglesas, porque esas son las que marca el teclado de mi computador (ordenador); pero si hay una forma de conseguirlas, os ruego que me lo hagáis saber.

jueves, 1 de abril de 2021

Ante la ausencia de amistosos, José Peseiro ya piensa en la Copa América

 


El seleccionador nacional de la Vinotinto, José Peseiro, anunció via twitter este 31 de marzo. Explicó que la pandemia, sigue causando problemas en la preparación de las selecciones y Venezuela no escapa de ello impidiendo el juego amistoso con el combinado de Uzbekistán.

Recordemos que, recientemente, la Conmebol suspendió las jornadas de Eliminatorias Sudamericanas para Qatar 2022 motivado, entre otras cosas, a la presión que ejercieron diversos clubes en Europa. Por lo tanto, Venezuela no tendrá acción durante el presente mes de marzo, donde tampoco se pudo pautar encuentros amistosos de preparación. El mandamás nacional también confirmó que hubo un acuerdo para jugar contra Uzbekistán pero que por razones ligadas a la pandemia no se concretó. 

Aunque previo a esto, el portugués José Peseiro realizó un módulo con jugadores ubicados en el país, que dejó sensaciones positivas. “Ha sido muy bueno. La dedicación y forma como los muchachos tuvieron los entrenamientos. Fueron fuertes porque queríamos evaluar la cualidad de cada uno en la competencia técnica, táctica y de comportamiento”, no solo con mira a las eliminatorias del mundial de Qatar 2022; sino también a la Copa América, por lo que el seleccionador portugués manifestó que se siente preparado para dirigir en el magno evento del continente americano y que buscará hacer lo mejor posible e informó que podría incluir a 4 porteros, encabezados por Fariñes, Graterol, Baroja y Contreras en dicha convocatoria. 

¡No hay más que insistir!

Por   David Figueroa Díaz     16/08/2025 Luego de cuatro sábados ausente, hoy retomo este trabajo de divulgación periodística, destinado a a...